Dejar ser a nuestros hijos

Tenemos una idea mágica de cómo queremos que sean nuestros hijos; de repente nacen, van creciendo y desarrollando su temperamento, y estamos averiguando ¿A quién salió tan respondón? ¿Por qué es tan necio? Decenas de preguntas similares nos pasan por la cabeza.
El sueño desaparece, nos topamos con individuos con convicciones e ideas diferentes a las nuestras. Aquí empieza el trabajo porque hay que reconciliar, negociar, aprender que ellos son diferentes y sus decisiones hay que respetarlas.
Entender que las amenazas o castigos tendrán poco efecto y que es mejor construir una relación de respeto y comunicación para llevarnos bien.
Ayer fue uno de esos días que quería correr; discusión con el mayor, la menor se enfermó y el cansancio hizo que estuviera a punto de tirar la toalla.

Gracias a Dios de eso terrible salió algo mejor, abrimos nuestro corazón y hablamos, encontrando ideas en las que sí estamos de acuerdo y quedamos en trabajar con las que no.
Salimos a distraernos, cambiamos de aire y en la noche nos dio por crear, imaginar nuestro futuro ideal cada quien en lo suyo. Los viajes acordamos que es lo que quisiéramos compartir en familia.
La nena empezó a escribir en un cuaderno historias de una idea que tuvo cuando tenía 4 años.
Yo aterricé algunos proyectos pero sin duda el más importante es estar bien con mi familia, estar juntos, acompañarnos y apoyarnos.
Está bien decir lo que pensamos pero hay que cuidar nuestras palabras para no herir. Reconocer en otros sus aciertos y cosas positivas para no aplastar corazones.
Ser apoyo sólo cuando te lo piden; quedarte observando es difícil, como mamás/papqueremos estar ahí para cacharlos y que no sufran, pero precisamente en las caídas está la lección.
Dejarlos ser, dejarlos que se caigan y dejarlos que asimilen la lección y aprendan es una de las cosas más difíciles de ser mamá.

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En el congelador

Hace unas semanas me llegó una invitación para conocer el congelador más grande de Latinoamérica; el centro de distribución de perecederos de Walmart.

Yo me emocioné, uno porque soy curiosa por naturaleza y me encanta ver el detrás de las cosas y su funcionamiento; y dos por el video que circularon en redes sociales, en el que se ve a un empleado de walmart re-etiquetando la carne y la verdad si me entró nervio que hicieran eso.  Iba dispuesta a resolver el misterio como el inspector de la pantera rosa.

El miércoles pasado salí como si fuera a visitar a Santa Claus al Polo Norte pues nos dijeron que el congelador tiene una temperatura de menos 26 grados centígrados; ropa térmica, botas, suéter, chamarra, guantes, bufanda y gorro. Después de vivir un año en la tundra de Wisconsin se me hizo pecata minuta, según yo iba preparada.
Luego de más de media hora de camino llegamos al CEDIS de Cuautitlán Izcalli que cuenta con más de 37 mil metros cuadrados de construcción y atiende a 720 tiendas Bodega Aurrera, Mi bodega Aurrera, Sam’s Club, Superama y Walmart en 20 estados de la República mexicana.
Nos dio la bienvenida el Dir. de Comunicación Corporativa, Antonio Ocaranza; la subdirectora del Centro de Distribución Perecederos, Verónica Carrillo; el subdirector de calidad corporativa, Roberto Pérez y el subdirector comercial de perecederos, Luis Téllez.
Fue una muy buena presentación sobre la magnitud de la planta y los volúmenes de perecederos, se mueven más de 140 mil cajas diariamente y 190 mil en temporada alta.
Sobre la calidad nos hablaron de las verificaciones que manejan como el TIF y el distintivo H.

 

Una de las partes, para mí, más importantes como mamá es precisamente el del manejo de los alimentos y el tiempo de traslado del proveedor, al CEDIS y de ahí a la tienda. Nos dijeron que las frutas solo pasan una noche en el centro de distribución y al día siguiente salen a las tiendas.
Los congelados pueden pasar más tiempo en el congeladora por la fecha de caducidad que manejan pero no pasan más de 20 días para que salgan los productos a las tiendas y por último, algo que me emocionó fue saber que el salmón fresco nos garantizan que no tiene más de 48 horas que estaba nadando. Para lograrlo el salmón se trae dos veces por semana por avión desde Chile.
Cuando fue la sesión de preguntas los medios presentes eran más relacionados a lo financiero, hasta que la última pregunta la hizo mi amigo Jorge Contreras, de Poder México radio, precisamente sobre lo que sucedió en ese video que busca desprestigiar a la empresa. «Efectivamente fue eso un intento de poner en duda la calidad de nuestra marca» respondió el vocero y para no hacer el cuento largo nos aseguró que esa práctica equivale a un despido y que walmart no gana de hacer trampas.

Ellos tienen un aproximado de lo que se vende en cada tienda y la merma o producto que se tiene que tirar es un porcentaje bajísimo, menos de 10%.

Aclarado el asunto fuimos a convertirnos en paletas heladas. Antes de entrar al congelador nos prestaron una chamarra enorme color minion y sin ella no la hubiéramos librado. El congelador se encuentra dentro de un almacén enorme que a su vez es un refrigerador a 1 grado centígrado.

El congelador cuenta con 6 pasillos y tiene una altura de 24 metros. Son 12 niveles, todo un edificio que se maneja por computadora. A los trabajadores se les pasa la orden de compra y entran al congelador por 20 o 40 minutos máximo y tienen que salir esa misma cantidad de tiempo antes de volver a entrar.
La orden lista está esperando ser emplayada y entregada a un camión que cuente con la misma temperatura de -26 grados centígrados durante todo el trayecto, la cual es monitoreada por Walmart.
Saliendo del congelador sentimos hasta calor al estar a un grado centígrado. Entramos a otra cámara que estaba a cero grados, ahí vi lo que se vende en Sam’s como quesos, carnes al vacío, mantequilla,etc. Ahí aproveché para preguntar ¿qué sucede si un producto está echado a perder, lo comes y te enfermas?
El director de la calidad de la planta me dijo que cada tienda cuenta con una dirección de riesgo, el cliente debe ir a explicar la situación y se le van a pedir estudios clínicos, las consultas y las medicinas lo cual cubrirá Walmart y es cierto, a mi amiga Eloisa le salieron unos salamis verdes y pasó justamente eso, van a responder por su error.
Otra pregunta que traía en la cabeza es ¿Cómo separan los productos para cada tienda referente a la calidad? El director me explicó que ellos deben dejar la mejor calidad de frutas, verduras y carne para Superama. Esa es la promesa de la tienda tener los mejores productos para tu casa y es por eso que los productos cuestan más, pero sabes que te estás llevando la mejor calidad posible.
Aunque les confieso que a tres cuadras tengo una Bodega Aurrera y los medallones de pollo para hamburguesa les encantan a mis hijos y ahora que se los estándares que hay desde el centro de distribución me dejan mucho más tranquila para comprar ahí.
Fue una gran experiencia sin duda. El sueño de toda mamá curiosa que, literal, quiere meterse hasta el refrigerador para saber cómo es que se manejan los productos que le va a dar a su familia.
Salimos del congelador a derretirnos en uno de los días más soleados que hemos tenido este verano, como diría Olaf, sin duda valió la pena.
#Frozenchic

 

Futuros votantes

El domingo pasado levanté a los niños y les dije que iríamos a votar. Sus caras de flojera afloraron y la nena de 7 dijo: «¿Para qué mamá? Si no hacen nada»

En mi mente dije: «Ay guey, ¿cómo lo sabe?»
Todas las campañas amarillista y negativas entre los partidos calaron duro en la mente de esta nena. ¿Cuántos más pensaran igual? ¿Cuántas abstenciones resultarán de esta forma de pensar?
Y pues fueron muchas.
Lo que me preocupa es que en el futuro esta apatía o esta rendición de «nada de lo que hagamos servirá de algo» cale en los pequeños y futuros votantes.
Debo de confesar que casi le hago caso a la niña y casi falto a ejercer mi derecho y obligación de votar. Pero como padre y ejemplo de mis hijos fui. En el camino les platiqué por qué es importante que ellos se involucren. Les dije que en el futuro ellos harán el cambio que necesita el país. Que las mamás necesitan más protección y leyes que les permita trabajar y estar con sus hijos también. Que necesitamos proteger a nuestro país de personas que solo buscan explotarlo y llenarse de riquezas amparados en un puesto que es en esencia para servir al pueblo y a los mejores intereses del país no de un partido.
Se educa con el ejemplo, así que todos fuimos a las urnas y después fuimos a andar en bici, a comer papas y a ver a la abuela.
Les dije que hay países en los que no hay libertad, en los que no podrían entrar a una tienda y comprar productos de la marca que ellos elijan. Que hay países en los que encontrar pañales o papel higiénico es como sacarse la lotería.
Todavía no tienen claro lo afortunados que somos, también de poder ir (en la mayoría de los casos) a votar en paz; pero para eso estamos los papás para hacerles entender que si algo tenemos que defender es nuestra democracia y libertad.
Y ustedes ¿Fueron a votar?