Futuros votantes

El domingo pasado levanté a los niños y les dije que iríamos a votar. Sus caras de flojera afloraron y la nena de 7 dijo: «¿Para qué mamá? Si no hacen nada»

En mi mente dije: «Ay guey, ¿cómo lo sabe?»
Todas las campañas amarillista y negativas entre los partidos calaron duro en la mente de esta nena. ¿Cuántos más pensaran igual? ¿Cuántas abstenciones resultarán de esta forma de pensar?
Y pues fueron muchas.
Lo que me preocupa es que en el futuro esta apatía o esta rendición de «nada de lo que hagamos servirá de algo» cale en los pequeños y futuros votantes.
Debo de confesar que casi le hago caso a la niña y casi falto a ejercer mi derecho y obligación de votar. Pero como padre y ejemplo de mis hijos fui. En el camino les platiqué por qué es importante que ellos se involucren. Les dije que en el futuro ellos harán el cambio que necesita el país. Que las mamás necesitan más protección y leyes que les permita trabajar y estar con sus hijos también. Que necesitamos proteger a nuestro país de personas que solo buscan explotarlo y llenarse de riquezas amparados en un puesto que es en esencia para servir al pueblo y a los mejores intereses del país no de un partido.
Se educa con el ejemplo, así que todos fuimos a las urnas y después fuimos a andar en bici, a comer papas y a ver a la abuela.
Les dije que hay países en los que no hay libertad, en los que no podrían entrar a una tienda y comprar productos de la marca que ellos elijan. Que hay países en los que encontrar pañales o papel higiénico es como sacarse la lotería.
Todavía no tienen claro lo afortunados que somos, también de poder ir (en la mayoría de los casos) a votar en paz; pero para eso estamos los papás para hacerles entender que si algo tenemos que defender es nuestra democracia y libertad.
Y ustedes ¿Fueron a votar?

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