Les debo decir que me encanta saber exactamente lo que va a suceder, cómo responder y mantener todo bajo control, pero en mi caso la maternidad llegó y me tomó desprevenida; nadie me dijo lo que iba a experimentar.
Fui la primera de mis amigas en tener un hijo así que me sentí sola y con una responsabilidad enorme por ese ser que crecía dentro de mí.
Los meses fluyeron, las molestias no fueron pesadas, lo disfruté, pero ese miedo creció.
Llegó este niño hermoso y bien portado; no lloraba, dormía muchísimo pero en el día y durante tres meses me tuvo despierta 20 horas al día, me tomaba como su chupón humano y no se despegaba. Me sentía una improvisada de la maternidad. Tenía miedo de despertarlo, tenía miedo de besarlo y contagiarlo (de nada estaba sana), tenía miedo de llevarlo a dormir y dejarlo solo, tenía miedo de que alguien más lavara sus biberones y lo hiciera mal, tenía miedo de entrar a su cuarto y despertarlo. En resumen tenía miedo de todo, de equivocarme, de fallar y ser una mala mamá.
Y ¿Qué creen? Si, me equivoqué en todo porque quería ser perfecta y les tengo una gran noticia ¡No hay mamá perfecta!.
Relájense, disfruten y sólo den lo mejor, éntrenle con todo a la aventura más grande que es la maternidad, se equivocarán, lo remediarán; no hay competencias, la maternidad es algo que ocurre entre tú y tus hijos; extraños y/o conocidos absténganse de criticar o juzgar, de por sí es difícil esto de criar para todavía lidiar con otros ajenos a ello.
Así que si tú te sientes igual te digo que hay luz al final del camino, cada día te sentirás más segura; el instinto maternal no falla. Disfrútalo porque se va de volada; este año mi hijo, ese bebé cumple 15 años y créeme cambiar el pañal o hacer la papilla es pan comido a comparación a educar a un adolescente. Juega, ama y ríe lo más que puedas, toma muchas fotos, porque después ya no te dejarán, y habla mucho con ellos, déjale claro que lo amas más que nadie en todo el universo.
Felicidades mamás.
Mis amigas blogueras y yo nos unimos para esta celebración, quédate a leer.











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Lloré. Mis bebés de 2 años y 8 meses, respectivamente, los he disfrutado mucho. Aunque hay días que con la carga de trabajo y las cosas de casa es difícil mantener la calma. Gracias por compartir tu experiencia.
Me encantó!!! Justo así me sentí 😭