El fin de semana pasado fui a Xochitla, un parque ecológico que brinda múltiples actividades para familias y se puede ir de campamento. Precisamente este fin se realizó el festival de globo aerostático y hasta concierto de Río Roma nos tocó.
La verdad así como campamento, campamento, de verdad campamento no es. Si se renta una casa de campaña ya la tienen instalada a la hora del check-in. Ahora si que uno llega a disfrutar. Si se les olvida llevar agua o se les antoja un café, hay puestos de comida a los cuales uno puede recurrir.
Y ahí fue donde recordé que yo ya había ido de campamento. Les digo que la mente tiene memoria selectiva y este camp no fue el primero.
Hace 18 años cuando viví en la tundra de Wisconsin la comunidad alemana organizó un paseo a un bosque en la frontera de Canadá; para ir a un río y recorrerlo en unas balsas. Se nos hizo fácil decir que sí.
No me pregunten de dónde sacamos la casa de campaña y las bolsas para dormir, tal vez mi novio que era de esa onda silvestre nos las prestó.
Lo que sí recuerdo es que como buenas mexicanas (íbamos 3) pensamos que iba a haber en cada esquina un puesto de quesadillas o una miscelánea y no llevamos nada de comer.
El grupo de alemanes después de morir de risa nos compartieron de sus deliciosos sándwiches y ensalada de papa. ¡Ah! también en la cena nos compartieron mucha, mucha cerveza.
Así que junto con esta última experiencia les digo lo que aprendí de los campamentos:
1. Preguntar al centro de campamento al que se va a ir si se cuenta con baños, regaderas y electricidad.
2. Preguntar al parque o lugar si hay tiendas de campaña y restaurante o tienda de víveres. ¿Para qué cargar?
3. Informarse con anticipación de las actividades que hay en el lugar y si tienen costo. Por ejemplo no les llevé a mis hijos bicicletas y tuve que pagar $50 pesos la hora por cada una (*se soba el codo)
4. Linternas y pilas. No vayan a pagar el doble en el lugar (*se sigue sobando el codo)
5. La bolsa para dormir no es tan acolchonada como se ve, es más, no es nada acolchonada. Vale mucho la pena llevar colchonetas o de perdida un edredón para colocarlo debajo de la bolsa para dormir (*se soba la espalda)
6. No se les olviden cojines o almohadas. Hay unas inflables que no ocupan nada de espacio.
7. Comida no perecedera, leches en tetrapack, atún, galletas, sándwiches, botellas de agua, frutas ya lavadas nada de cortar como papaya o piña que dejan manos pegosteosas y lo dulce llama a los mosquitos. Apliquen la hielera de preferencia con hielos.
8. Sillas plegables. Hay unas muy delgadas del tamaño de una sombrilla. Tu ciática te lo agradecerá (*se unta pomada de árnica)
9. Repelente de moscos. Importantísimo untar en lugares como cuero cabelludo y cejas. Tomar vitamina b una semana antes para que el olor aleje a los insectos chupasangre.
10. Cámara. No puedes olvidar tomar fotos, lleva memoria y pila suficiente. Se vale llevar el teléfono y para aquellos trayectos en río o lago una bolsa ziplock puede evitarnos muchos sustos.
Espero que les sirvan estos consejos para hacer de su camp una gran experiencia.