Ahora que está la temporada de premios (la versión del maratón Guadalupe – Reyes hollywoodense) me encanta escaparme al cine. La semana pasada vi Boyhood o como le pusieron en español Momentos de una vida. No es espectacular, no les puedo decir que es una gran historia ni tampoco que está nefasta; pero para aquellas que tenemos hijos en los rangos de los chavos que salen en esta cinta es inevitable espejearse.
Filmada durante 12 años seguidos vemos los cambios físicos de sus protagonistas tanto en los padres como en los hijos y créanme que es un shock. El tiempo vuela en la pantalla (y eso que dura tres horas), eso me hizo reflexionar y salir de la sala con unas ganas locas de besar y abrazar a mis hijos. De disfrutar cada pequeño detalle y vivir al máximo los días.
En lo personal, me afecta mucho saber de padres (y algunas madres) a quienes les pesa la responsabilidad, les cuesta darse a sus hijos y compartir con ellos. Alguien me dijo que no es bueno juzgar, lo sé pero no los comprendo. Tienen la bendición de haberse convertido en padres y eso no los mueve; son seres egoístas que prefieren fugarse, buscar cualquier pretexto para no estar en casa ni con sus hijos.
Y les digo esto porque sé lo que es tener un padre ausente, es por eso que les hablo con razón, y les advierto que también los peores jueces son precisamente los hijos ellos se dan cuenta de todo, son pequeños no tontos.
También sé de primera mano que los hijos perdonamos rapidísimo, tenemos un amor ciego hacia nuestros progenitores, la memoria es muy mala si vemos que ellos se esfuerzan y cambian aunque sea un poquito.
Yo les recomiendo que no se aprovechen de este amor, si quieren estar en el futuro de sus hijos tienen que estar en su presente.
Aquí les dejo un mensaje de sus hijos…
No puedo estar mas de acuerdo contigo y no hay mejor forma de decirlo. Me encanto «si quieren estar en su futuro, tienen que estar en su presente»
Mañana voy a verla, a ver si todavía la encuentro.
No he visto la película pero eso no es relevante para poder valorar lo importante que es aprovechar al máximo los momentos con los hijos, que además pasan volando, también entiendo ahora cada vez más a las mamás de hijos chicos o jovencitos porque ellas también pasan en esa época por situaciones y cambios difíciles además de la responsabilidad en la formación, educación, alimentación, salud, etc. y a veces esas presiones no les permiten disfrutarlos al máximo, pero no pasa nada todas pasamos por ahí, relajense y búrlense un poco de la disciplina.
Me atrevo a decir esto desde mi palco de abuela feliz y cómplice de sus nietos.
Ya lo sabes Irene me encanta leerte