Hay temas que quisiéramos nunca tratar con nuestros hijos pero hay circunstancias que nos empujan a hablar con ellos de forma inmediata y a veces sin muchos recursos.
Hace una semana y media, el papá de una de las mejores amigas de mi hija falleció, no estaba enfermo, fue un accidente, había que tratar el tema antes del lunes pues la niña iba a asistir a clases y todos sus compañeros debían estar enterados por sus propios padres. Las mamás entramos en pánico. ¡Gulp!
Una mamá del kínder que es psicóloga nos dio unas hojas con estos consejos:
Para hablarles sobre la muerte, hay que hacerlo con muchísimo amor, delicadeza, sin mentiras, con respeto a su mundo emocional, escuchando, sin temor. Hay que explicar la muerte en términos de ausencia de las funciones vitales que los niños conocen, por ejemplo: «Las personas mueren cuando ya no respiran, no comen, no piensan y no sienten; cuando los perros se mueren dejan de ladrar y correr.»
Si el niño pregunta: “¿Cuándo te morirás tú?” es que muestra una preocupación real de quedarse solo. Hay que ayudarle a ubicar su sentimiento; hay que preguntarle: «¿Te preocupa que yo no esté para cuidarte?» Si es así, podemos tranquilizarlo diciéndole: «Yo no espero morirme en mucho tiempo. Espero estar aquí para cuidarte todo el tiempo que necesites. Pero si papá y mamá mueren, habría muchas personas que te cuidarían como los abuelos, tus tíos, etcétera.»
Hay quienes piensan que es buena idea comparar la muerte con un sueño pero no es recomendable pues el niño puede sentirse confundido y empezar a tener miedo de irse a la cama y no despertar.
Cuando se les dice a los niños que «Se murió por una enfermedad» es necesario aclararles que sólo una enfermedad grave puede causar la muerte.
Decirle a los niños: «Tu hermanito (papá, abuelo) está con Dios» es riesgoso, pues los pequeños tienden a entender las palabras literalmente. Cosas como: «Es la voluntad de Dios» pueden asustarles y hacer que crean que Dios también vendrá a llevárselo a él.
¿Cómo comunicar a un niño entre tres y cinco años la muerte de un ser querido? Se cree que a esta edad no se enteran de nada por ser muy pequeños pero es falso. Son capaces de sentir la pérdida y llorar la muerte. Es importante no esconder o negar el fallecimiento, con algo tipo: «Se fue de viaje” o “Se durmió para siempre». Estos argumentos pueden generar miedo a los viajes o a irse a dormir. Antes o después descubrirá la verdad y sentirá que se le ocultó por ser un tema muy malo, lo que determinará su percepción de la muerte y aumentará sus temores y angustias.
Susana de Cruylles, psicóloga clínica, añade que en la edad preescolar los niños «dependen mucho de los adultos, lo que más les afecta es cómo están sus padres. Los niños se enteran de todo lo que pasa a su alrededor y tienen una doble afectación: lo que ellos viven y lo que perciben de los padres».
Willian C. Kroen señala que los niños imitan la conducta de sus padres y «si estos no se inmutan después de una muerte para no entristecer a sus hijos, puede que los niños congelen sus emociones. Al contrario, si muestran un extremo de dolor o conducta histérica, el hijo imitará el comportamiento pues ellos no conocen todavía la manera de expresar el dolor de la muerte y buscarán en los adultos alguna indicación».
¿Cómo hablar de la muerte con niños a partir de los 6 años?
Susana Cruylles recomienda comunicar la noticia de manera suave en un momento de gran tranquilidad, aunque lloren, y poner nombre a sus emociones: –rabia, ira, tristeza– para que se calmen dejando que se expresen y sepan que lo que sienten es normal.
A partir de los seis años, los niños entienden por completo el significado de la muerte pero no lo que supondrá para su vida. No es conveniente dosificar mucho la información –hoy le digo un poco y mañana otra cosita»–. Esta táctica retrasa el duelo del niño.
Al conocer la noticia, el niño puede tener varias reacciones: negarlo, no asimilarlo, sentir miedo, culpabilidad… Si ven a los padres tristes o llorando, hay que explicarles que no es por culpa de ellos sino porque se extraña a la persona que falta, ya que es común que los niños se sientan culpables. Tampoco deben extrañarse los padres si al decírselo, el niño lo escucha y dice: «OK ¿podemos jugar fut?» No es que sean insensibles, es que no saben cómo expresar sus sentimientos, necesitan un espacio y tiempo para asimilarlo.
En muchos casos, los niños se ponen a jugar porque necesitan relajar la carga emocional que están sintiendo al saber de la muerte de un ser querido. Entre los seis y nueve años, puede ser habitual que estén semanas o meses en los que parece que no les ha afectado y después entrar en un periodo en el que lloran porque añoran a la persona fallecida. Otra reacción es que tengan regresiones en las etapas de desarrollo, puede que vuelvan a tener accidentes por la noche o miedos, es temporal.
Como padres queremos evitarles a nuestros hijos cualquier situación dolorosa pero la vida es una mezcla de alegría y dolor. Debemos prepararlos y darles las herramientas para que se fortalezcan después de cada experiencia difícil.
Todas hablamos con nuestros hijos y resultó que lo entendieron muy bien. Muchas veces los padres nos complicamos más con estos temas que los niños. Hablar con la verdad siempre es el mejor camino para tratar cualquier tema y por supuesto mucho amor.
Y yo que me la andaba complicando hace unos días porque «Apishi», el pez que significó la primera mascota de Rodrigo, se murió.
Valiosa información, gracias por compartirla.
Hace unos meses para ser exactas el 18 de noviembre pasado fallecio una compañerita de Myriam (mi hija mayor de 11 años), ella sufria violencia familiar en casa y murio a consecuencia de eso que vivia ahi. Nosotros no estabamos en la ciudad cuando todo paso, pero a la mañana siguiente que llegamos me hablaron para preguntarme si ya sabia algo y yo les dije que no tenia idea de lo que me decian. Por telefono me informaron que la niña habia fallecido a consecuencia de varias cosas que le habia hecho su mama y su pareja (omito detalles de lo sucedido por lo feo que estuvo), en ese momento me levante de mi cama y no sabia como reaccionar a la noticia que me acaban de dar. Baje a la cocina pensando como decirle a mi flaquita lo que habia sucedido y al poco tiempo estaba aqui abajo. Me vio triste y llorosa y me dijo mami que paso ? quien se murio?? Al comienzo pensaba que alguna de sus nanas habian fallecido pero me sente con ella en la mesa y le dije mira mi amor ayer lunes fallecio Estefania, al comienzo me dijo mami no me digas mentiras y le dije no mi amor sabes que no miento. Me pregunto que habia pasado y le dije que lo unico que sabia era que habia llegado muy malita al hospital y que habian hecho todo lo posible por salvarla pero que no habia sobrevivido (no le conte todo lo que en verdad habia pasado), todo el dia anduvo tristeando y me decia mami Estefania no debio de morir y se le salian las lagrimas. A la mañana siguiente ella fue a clases como todos los dias y al llegar ahi sus compañeritos de salon y una maestra la pusieron al tanto de todo lo que habia pasado con Estefania, al salir de clases me la encontre toda triste y le dije mi amor que paso (jamas paso por mi mente que le dirian ahi con puntos y comas como habia sido todo) y ella me dijo mami puede anita irse con angelica porque necesito contarte algunas cosas que pasaron ahora que no estuvimos. Y ahi mi niña me conto todo lo que ya le habian informado que habia pasado con su compañerita ese fin de semana. Se que a lo mejor fue un error de mi parte no decirle las cosas como fueron pero todo lo que esa niña sufrio ese fin de semana se me hacia muy fuerte para mi y mas para una niña de 10 años. Estefania era una niña que vivia violencia fisica, psicologia y sexual de parte de su mama y su pareja. Fueron dias dificiles para los niños y nosotras como mamas, el ambiente en la escuela tambien fue pesado ya que andaban los policias y la judicial investigando el caso. Myriam varias noches despertaba llorando diciendome mami ningun niño merece pasar por lo que ella paso y menos que su mamita permita todo eso. Fui y busque ayuda psicologica para los niños y para la prof. Al tiempo una noche Myriam me dijo mami soñe con Estefania y la vi sonriente y feliz, ademas muy arregladita. Se despidio de mi y siento que esta en un lugar mejor que donde estaba. Ahora que han pasado los meses ya el tema es mas facil de tocar pero aun duele saber que se pudo hacer algo por ella. Tanto la mama como su pareja estan en la carcel en espera de sentencia. Nosotros aprendimos mucho de todo lo que paso pero sobretodo me di cuenta de que mi peque aunque esta peque puede entender ya ciertas cosas que suceden.